ODALIS G. PÉREZ
Un poema: vertientes
La otra esfera
La otra línea
El otro plano del todo
Y de la nada.
La vertiente crea su visión.
Al otro lado del mundo
Se oyen nuestras voces
Secretas diurnas y nocturnas
pero voces al fin.
Aquel camino nos lleva al centro de las cosas.
Vida del poema cuyos tonos y esperanzas alcanzan los puntos
Terrenales. Lunares.
Serpentinos.
Así las cosas el otro nos busca en sus adentros
En sus huellas naturales.
Sólo el tacto produce su costumbre. Debajo
del mundo se teje el silencio
La batalla como sierpe.
Se trata de un nimbo
Y una esfera
No mata el animal que mira la presa en su
Costumbre.
Se abre el poema al vuelo del secreto. Raíz de
sueño y lejania.
El eco, la visión del instante
La tos
La fiebre que comienza
Un ligero temblor
Los huesos reventando
Cavidad que acoge dudas
El contagio se vuelve
Sueño
Temperatura
Y voz
Lo necesario para ir
Saliendo de la vida
Aquí abajo
Empieza a ser
Como allá arriba
Todo soledad
Y asfixia
Todo sinrazón y vuelo
Ya vives o mueres
Todo será lo mismo
La caída del cuerpo
Y el sentido
La edad de la sombra y la batalla
Luego todo lo que ves
Solo será niebla
Silencio y subida al infinito
Luego
La memoria de los otros
Y esa fiebre
Esa fiebre de vivir
Un ligero
temblor
No es de dia
Ni de noche
Respiro con tu piel
Y al roce lírico
De un labio
Renace mi esperanza
No hay desierto
No hay túnel
No hay defensa planetaria
Como de dia
El barco de tu cuerpo
Me conduce
Me lleva al río de un tiempo
Recobrado
Espasmo
Frio
Sol de fin de siglo
Encuentro que produce
Huellas
Silencio como espada
Laberinto
Prueba
Declive de cielo
Puerto de llegada y de partida
Desnuda carne de solsticio
Suerte de cadáver
Muro de ilusiones
Que caen al vacío
Tiempo de secretos
A cada paso el otro
Se pronuncia y pierde
Su elemento
Cuál es la trampa
Que aniquila el tacto
La ley del tacto es la sorpresa.
Cada día el presente
Que no acaba de
Perder el centro
Así la nave parte hacia su
centro
Incólume
Abierto
Remota cercanía
Vuelve a la gravedad
Y al dinamismo del punto. Espera que regrese la palabra.
No pierdas la voz
Ni la mirada.
Respira hondo
Pero avanza
El ojo que te mira
Espera tu respuesta
Nada más para decir lo necesario del ser y la pregunta
Duele cada vez más
La encrucijada y el deslinde
El cuerpo que está en
ti
Amaneciendo a penas
Diciendo lo que espera
Tu deseo
No es
tarde. Sin embargo la mano
apunta aquel despojo de la noche.
Ven
Acércate viva en la presencia
Sueña la palabra de estos días.
El virus, la danza, la memoria..
El virus, la danza, la memoria..
Poema de estos días
Espacio del Sueño
Cuerpos de mundo
Ciudades nacientes
Edades cautivas silencios que se
rompen al toque de una
mano surcos que se mueven frente al sol
Que no se esconde
Luciérnagas que salen
Bajo el manto
De una noche interminable
El ayer es el hoy
Y el hoy es el ayer
Siete dias
Siete noches
Cábala para descubrir
Los grandes gestos
De este mundo
No hay pena solamente
Hermano
Surge cada día un himno
Un río
Que abarca tiempo
Y profecía
Pavor y ruidos luminosos
Pedúnculos y sueños
En el aire
Este día
Sin embargo tiene su suelo en la presencia
Hay gestos que marcan
Una historia
Una siembra en la visión
Este eterno presente
Desdibuja un fantasma
Del pasado y del pronto
Futuro
Océano que se llena de espacio de pérdida y origen agua en la boca
Absorbente de náufragos
Deshechos en ese inmenso vientre que
todo se lo traga
No hay ebrios espíritus
Yacentes ni cuerpos estirados o imperfectos
No hay vírgenes que griten sus estados
De fuerza o de pureza
Sólo él movimiento neutro de las aguas
Y el claro envuelto de la sal
comiéndose los ojos
De algún pez meditabundo
solitario
En un territorio abierto
A su costumbre.
Ella me habita como fuego de la especie
De la forma
Y el origen.Me ha ocupado, no me suelta, me atrapa cada vez más
Es un dulce castigo
Es una musa
Tal vez alegre y dolorosa
Al mismo tiempo
Es aguda
Soñadora y viviente
En el incendio de la voz y la palabra
Es callada
Solitaria
Desnuda
Y pulsátil
Es una musa aguda.
Aforismos de santidad y tierra
La poesía es una
mística universal.
Una gota de mundo es
siempre un poema.
La palabra poética es
una edad de la creación.
El mundo no es sólo
voluntad o representación. Es más que eso.
La visión del poema
universal está en la mistica del desierto.
Novalis ha pensado la
gran aventura del hombre universal.
Hay santidad en el más
hondo fragmento del poema-profecía.
Orígenes, el gran
poeta del verbo.
Juan, el sirio de
Damasco, fue su propia confesión.
Detrás de la cruz
leemos la empresa liberadora.
El grito de los
verdaderos poetas está en su ardiente pasión por la palabra.
Decid el canto, abrid
la puerta, soltar las aguas.
La ruta del verbo es
infinita. Abre todo secreto y voluntad.
La utopía del lenguaje
permanece en su descubrimiento, en su libertad.
En un cuento de Borges
leemos el jardín de los senderos bifurcados.
El gran sueño del
Islam está en su disidencia, en su esperanza.
La gran política del
sueño es despertar.
La gran poética del sueño
es el vivir de lo soñado.
Roedor a
Nube: sube más. Baja
hasta aquí, donde se encuentra Dios.
Toda la luz de la
palabra
Nace en el canto
originario.
La puerta de Babel es
el verdadero triunfo del lenguaje.
La prédica del gran
Dionisio-Aeropagita desde la luz del nombre y la palabra fue el acto público de
una defensa
Filosófica.
La liturgia de la
palabra es una visión de la poesía originaria.
La fatalidad del hombre moderno es su razón transgresora.
Otros aforismos
De santidad y tierra
Una línea traspasa el horizonte y se deshace en un sol atardecido.
La voz del poeta surge
del grito que vive en la palabra. Es el ser del mundo. La edad del origen.
Sigue su curso el
logos que se abre a la santidad del desierto.
Utopía y espíritu
muestran la huella de la tradición secreta. Lo secreto vive en la imagen que
sostiene el mundo.
El rutario alegórico
empieza en la travesía
Que nace en la ciudad
del Sol y de la noche.
Jakob Boehme pensó el mundo como incendio,
rueda y movimiento. Sphaera Mundi. Búsqueda infinita de imágenes originarias.
Ligera, la nave sigue
su camino de agua y horizonte. De tierra y santidad.
Raíz y huella se
escriben con cercos y surcos de esperanza. Numen y espíritu dialogan en lo
sagrado.
La guerra del mundo es
una guerra entre palabras y cuerpos. Imágenes y signos que se agitan en la vida
breve.
Viaje y despertar se
encuentran en el límite de la experiencia poética.
Tragedia y enfermedad
conforman la tierra del hombre tardomoderno. Razón y fin se extienden como
visión del todo y de la nada.
Metal, historia,
cuerpo. El sujeto contemporáneo camina hacia la luz y la sombra, hacia la
mentira y la verdad en su existencia.
De alguna manera el
orden sale del desorden. Hay que organizar la vida como esfera del vivir y
esfera del morir. La santidad y el desierto nacen de la decisión de ser...
Cuál es el comienzo?
Cuál. Es el final? He ahí la cuestión. El hombre es una criatura, una
experiencia que surge entre el castigo de ser y su libertad.
Edmond Jabés vio en la
metáfora del desierto la idea de un espíritu Salvador.
Suelta las furias,
Los demonios
Y los sueños.
La nave de los locos
Te espera.
Allí te acoge con
presente
Y con futuro
Desde el pasado.
Claridad!
Claridad de la razón!
Aforismos en tiempo de catástrofes
Todas las imágenes que
agreden al sujeto ético estético y creaciónal surgen de la imaginación sentiente.
La visión que se abre
a las preguntas promete búsquedas imaginarias allí donde los derrumbes marcan
las grandes caídas de estos tiempos.
Kafka y Lichtenberg
anuncian demoliciones de cárceles ideológicas y, sobre todo psicológicas que
acechan al sujeto de la memoria.
Jakob Boehme explora
el Misterium Magnum, mientras que Edmond Jabés esencializa el viaje de los
horizontes finales.
La libertad que divulgan los vencidos es el gran proyecto
del Espíritu de la verdad.
Los huesos de las
palabras apoyan los vínculos del
lenguaje, toda vez que el sentido crea las historias individuales.
El relato de las
pérdidas humanas se repite en los grandes momentos de retorno a las edades del fracaso, del mito y
de la Historia.
La aforística de E.
Cioran es la del exiliado, el desgarrado, el errante de la historia. Los afore-mas de Mihai Sora son los del trágico
existencialismo cristiano.
De igual manera el
logos de la mistica germánica moviliza los abismos del sermón y la parábola.
Jeremías, el Maestro Ekhcart y Urs vom
Balthassar conforman el estatuto poético del gran misterio, del gran
poema, a través del purgatorio del mundo
moderno y ultramoderno.
Una cardinal poética y
reflexiva de la filosofía actual, la podemos encontrar en el concepto de
resistencia hermenéutica.
La resistencia
interpretativa democratiza la mirada política del sujeto histórico. Mediante el intercontacto
subjetivo entramos en la escena del debate público construyendo nuevos
significados prácticos en los nuevos
procesos de formatividad crítica.
Una hermenéutica de la
visión creacional incide en los nuevos discursos del cuerpo educativo actual.
La crítica como herramienta dialéctica nos conduce a la productividad de
nuevas imágenes y nuevos cuerpos de
significación.
No hay vida pública en
tiempos de reclusión y alejamiento social. La mirada crítica en tiempos de
grandes catástrofes aleja al sujeto integrador del acto democrático.
Qué significa hoy
establecer una acción o un acto democrático y dialógico? Vincular las
diferencias interpretativas en el discurso ético y práctico.
En la era de los
nuevos desastres ecológicos, bacteriológicos y virales se construyen y generan
utopías
destructoras, lo que implica nuevas
amenazas para el sujeto individual y colectivo.
El vínculo social se
lleva a cabo, en la actualidad, mediante el diálogo virtual. Lo que genera la
fiebre tecnológica en estos tiempos de guerras
bacteriológicas y demoliciones
políticas.
Que significa pensar
hoy? Alejarse un poco de
Heidegger y sus usos
exclusivos.
Las sirenas, las
alarmas de las prácticas institucionales de nuestros días han sido perforadas
por la nueva
instrucción
hermenéutica del discurso crítico en la era digital.
Se ofrecen, se venden
hoy nuevas ofertas educativas marcadas por
actores de nuevas empresas
comerciales y financieras. Estas ofertas prometen soluciones parasitarias que
reducen la verdadera
función del sujeto
crítico
de nuestros días.
Ciclos del instante
El mismo viaje se repite
La misma gota de noche
Se hace agua clara
Es como caer al sueño
Del ojo que deshace y
hace
La forma del límite
Oye pulso y mano
El eco de la risa.
Y la línea
Rescata el punto
Del espacio.
Baja el cuerpo
Tardío en su descanso
Y es como la sombra
El punto
La línea de contacto.
El otro y la pregunta
Son el retorno.
Viajeros que miran
entidades
sombras lejanías
formas y surcos
llagas y pieles
que aseguran edades
y
fuerzas del sentido.
Qué dice o quiere la
mano cuando ilumina?
Qué anuncia la mirada
Cuando cuando deja
huellas en el otro?
La imagen y el himno
son raíces del deseo
puertas que se abren
en la noche y el día.
Aquello que comienza
Es lo que palpita
En la palabra y el
sentido:
Camino
Cuerpo
Ala
Sierpe
Origen
Mundo y nacimiento
Edad
y
Principio.
Recuerda Dios la
palabra del origen?
Lo que acontece
En la mirada de un
niño
Va más allá del camino
Abre silencios y
edades
Presencias que no
duermen pero dejan
en el sueño la semilla
del arrojo
punto de encuentro
y desencuentro.
Allí donde el vidente
Anuncia el paso
decisivo
Nace un espejo
Un país que tira
signos
Y amenaza esferas.
El puerto y las
miradas
Que se abren
Anuncian la poesía
El gran despertar
De la memoria.
Sube así la espada
El deseo
El otro mundo que nace
Y transita entre
nosotros.
El viaje
Así es. El viaje es la partida
Y el retorno. Una gota
de agua y un pedazo
De tierra.
Es hilo profundo
Que promete
distancias.
Lo que el viaje decide
Es el pronto horizonte
De mirada y regreso.
El viaje es poema
Frente al fuego
distante
Y la duda secreta.
Todo se vislumbra.
Se vuelve esperanza
Se une a la vida en el
rastro que busca
Su zona infinita.
Tiempo. Materia.
Espacio.
Se trata de sueño y
agua
De viento y declive.
El viaje
Es
pregunta
respuesta.
Un ir y venir
De horizontes.
Mandato
Busco cadáveres
Y máscaras
Por internet.
En una nube.
En lo más alto
Y bajo del
ciberespacio.
Porque ya todo
Debe ser virtual.
Otro mandato
La oficina virtual
El amor virtual
El símbolo virtual
Y así las cosas
El sexo virtual
La fiebre virtual
La gripe virtual
La peste virtual
El crimen virtual.
Pero sobre todo
La vulva virtual
El ojo virtual
Una especie virtual
Le hembra virtual
El macho virtual.
Y
Por
tanto
El encuentro virtual
El corte virtual
Pulmones virtuales
Sentidos virtuales.
Y otros sentidos
No agotan la muerte
virtual.
Profano
Secreto y noche
Sangre de murciélago
Que anuncia cuerpos
derramados
Asídos de la mano
Y del círculo
Tocado por el ojo.
Cuando el mistagogo
despierta
El lince
La tarántula y el
báculo
Se encuentran
dilatados
Números pensados
En el orden y la ley
Piedra sin especies
Signos en contacto
El punto no la coma
Cuerpo atravesado por
el tono de un violin
Una guitarra angélica
Nutrida de pasiones.
Escudos estudiados por
intrépidos gusanos de tierra
Y fuerzas del ingenio
malvado.
marcado por designio y
cuerpo
Espectro en piel y
huesos
Sábana que arropa esta
vida falsa.
Toxina áurea.
Queja del doliente.
Parasitosis y mitosis
mundanas.
Vértigo y silencio en
la edad de la duda.
Oceanografia
Agua profunda
Peces vivos y muertos
Rocas selladas con
cuerpos y memorias marinas
Rastros de náufragos
Y muchas voces
Clamando en el fondo
Del océano.
En algún recodo
verdinegro rocoso y pedregoso
Hay una mancha de
cadáver que espera su rescate
Bocas mirando cielos
desde el agua soñada
Por piratas y banderas
ahogadas.
Y es en la brava
biografía
De los vientos
Donde siembran los
dioses del agua.
Mapas marinos
Rocas filosas
Grandes ciudades
sepultadas bajo el agua oceánica
Máscaras calladas y
moluscos enormes
Parecía que hablaban
A la luna nocturna
Y al sol de los
tiempos.
Secretos que flotan
como lánguidas y mágicas espumas.
Vestigios de mar
Insólitas historias
La voz el otro que
prorrumpe en la hondura
Del día y de la noche
En su silencio
quejumbroso
Irónico
Pedregoso
Mutante.
Toda una historia
secreta
Pronunciada en la
palabra muerta del pez y la esperanza. De náufragos marinos y solares.
Alegorías y objetos
Angeles y números
Cayendo
En sábanas
De nubes.
Alas furibundas
De perros mitológicos.
Ayer el aire
La nube
Blanca y negra.
Era el mundo
Cayéndose a pedazos
Y con él
La boda entre cielo y
mar
Entre la boca
Y su fruto.
Cuerdas y sombras
De cuerpos
Que caen en mi noche
Negra y plena de
castigos.
Fuego de manos
Y costumbre de lucero.
Tumba
Eco
Abismo
Y cadáver en los dias
Del amor que habita
En forma y fuego.
Puedo entrar
Como Dante
A la ciudad doliente
Ciudad de huellas
Y cuerpos destrozados
Por el tiempo.
Zona prohibida.
Soledad
Que nace como gesto.
Esfinge y árbol
En un falso paraíso.
Moneda que marca
El fin. Ese comienzo
Que todo lo condena.
Se oye el grito
Agudo grito del
presente
Abierto a la memoria.
Salida
Entrada
Y fin de un orbe
planetario.
Tierra sonora plena
De miradas
Y horizontes.
Pacto de dioses
Y palabras que no
mienten.
Así
Se busca la pregunta
En el logos ardiente
Del día que despierta
Como llama.
Astro marino
Y Océano que grita
Nombres y abismos.
Piel que pide
Heridas y sentencias.
Boca de mundo
Que muerde sueños
Y venganzas.
Allí estaré
A la vuelta del
infierno
Y la caída.
Vuelo de fantasmas
Y pasos veloces
De
diosas moribundas
Sembradas en caminos
Que nacen
Para cerrar el tiempo
De la duda
Y la esperanza.
El otro tiempo de horizontes
La otra ventana
Mira hacia el otro
tiempo
El agua
Lo que
mueve edades
Y escombros
Regiones de letras y
señales luminosas.
Rotas madrigueras
Pierden claves nombres.
Buscan secretos
turbulentos
Cántaros de días y
noches roidas
Por caminos abiertos
Sueños que dividen
El cuerpo de estos
días.
Toda una historia
Que se rompe cada
noche
Líneas de fuego
Que se escriben
Desde el vientre
Palpitante del origen.
Dividido el ojo del
tiempo
El otro espacio se
convierte en nave
Que vuela
Arrastra esquinas
turbulentas.
Viejos rumores
Extendidos por sombras
Que no dicen sus pasos
Secretos.
Solitarios muros donde
El amor no llega
siempre
Habitan huellas
Pasos y trayectos
Que se pierden
Allí donde el oido
Alcanza la palabra
El horizonte del
origen.
Derivas mágicas
Ojos temblorosos
Pedúnculos diurnos
Raíces profundas del
sentido
Espejos bifurcados.
La historia es un
jardín de vida. Es una especie
De noche que invita a
descubrir comienzos y finales.
Sordo y complejo
El sueño es aventura
Clave de silencio
Y condición de luna.
Especie de agua en
movimiento que rueda
Hasta llegar al centro
Mismo de la vida.
Oscuro
Incierto
El laberinto guía un
cuerpo libre y decidido
A repetir el norte
Del sentido.
Es la mágica deriva
De un mundo
Un cuerpo desatado
Perseguido en la
presencia.
Pandémico en crisis
Por Odalis G Pérez
Llega de improviso
Invade como rayo tu costumbre
No te acecha
Ni te esquiva
Muerde como nadie
Tu sentido de la vida
No pide cita
Ni saluda.
Se vuelve huesped
Compañero íntimo
Y taimado.
Habla de noche
Y habla de día
Jamás cierra la boca.
Mira dentro de ti
Se agacha en su coraza
Siente como especie
Tu organismo.
Es la cárcel
Es el borde y es el
centro
Mueve sangre
Mueve pulso
Edad
Temperatura
Mueve mano
Y te corona...
en el trono de la
muerte.
Homenaje a Nietzsche
Nietzsche, entre la palabra
Y el abismo
Por Odalis G Pérez
Hay vuelo y horizonte
La pasión del logos
Es la búsqueda del
borde
Y los abismos
Gravedad de la
presencia
Virtud de la nada en
el origen
Vuelta de la noche
En la pregunta.
Captura del camino
Entre la cuerda y el
poema
Claridad del regreso
En el estambre de las
cosas.
Retorno del profeta
Principio y ser del
nombre
Que proclama el fruto
Y el desierto
El viaje
El centro de las cosas
Claridad irónica
Aurora del poema
Delirios del cuerpo: universos.
El poema intempestivo
Por Odalís G. Pérez
Surge del tiempo
y sus estados frenéticos.
Sale de la raíz
Del grito y el acto
De ser y estar en la ribera de este mundo.
Lo intempestivo
Nace de la especie viajera
Del ir y venir del poema
Visión de la gruta
En el filoso espacio.
De la memoria salta la voz y sus estados
luminosos.
Dicha de palabra. Don de vaticinio.
Edad del nombre
primigenio.
El acto
La llave
El péndulo imperfecto
La pregunta
el vínculo latente.
Asombro del día
Y de la noche.
Visión de solsticio
y primavera.
De agua y sierpe
Alegoría en trono
En su reloj y en su camino.
Lo intempestivo es el poema surgiendo
a contraluz.
Carruajes donde el secreto marca su designio.
Sal en vino
Tierra de lo eterno
Danza de equinoccio.
Mano que aprieta
La palabra hasta nacer
Su voz en libertad.
Movimiento del hechizo
Surco de huella
y profecía. Piedra de alcance.
Amenaza del profeta.
Derivas del instinto.
Sudor de rostro.
Semblante de caminos.
Puerto de arribo y muchedumbre solar.
El poeta se acerca
al verdadero nombre.
Estrato íntimo de canto
Y claridad abierta.
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Fotografias:
1. Fotos del
Hogar, Odalís G. Pérez
2. Corazón
en este momento. Iris Pérez Romero
3. 4. 5.
Obras realizadas por Odalís G. Pérez
6.
Recreaciones poemas de Odalís G. Pérez realizado por Iris Pérez Romero
7. 8. Fotos
del Hogar, tomadas por Fidelina Henríquez.
9. Obra realizada
por Odalís G. Pérez
10.
Recreaciones poemas de Odalís G. Pérez realizado por Iris Pérez Romero
11. Obra realizada
por Odalís G. Pérez
12.
13 - 15 . Obras realizadas por Odalís G. Pérez
16. Recreaciones
poemas de Odalís G. Pérez realizado por Iris
Pérez Romero
17 - 21 Obras
realizadas por Odalís G. Pérez
22
.Recreaciones poemas de Odalís G. Pérez realizado
por Iris Pérez Romero
23.
Obra realizada por Odalís G. Pérez
24.
25. Recreaciones
poemas de Odalís G. Pérez realizado por Iris
Pérez Romero
26 – 29 Obras
realizadas por Odalís G. Pérez
30 - 32. Obras
realizadas por Odalís G. Pérez
33. Abeja de
Luz, de la serie Polinización, Iris Pérez Romero
34. Obra de
los diálogos, conversación a distancia
35. Fosa Común, de la serie Proceso de Floración, 2020, Iris Pérez Romero
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